Aprendí a soñar en silencio,
calmando fuegos del alma,
suscitando el deseo inconcluso
de tenerte en cada mañana.
A dejarte volar en mis alas
calcando a fuego en mi
cada una de tus palabras.
Aprendí a amarte sin tenerte
entre mil poemas escritos al alba,
tan solo en letras empuñadas…
entre mi tinta, tu pluma, acicaladas,
en el arte del ensueño,
con ramos de jazmines
perfumando mi almohada.
Aprendí a secar mis lagrimas
con el viejo reloj que cada día pasa,
guardando promesas que duelen
en las viejas cabalgatas idealizadas,
ungiendo mis mejillas
cada vez que las besabas.
Aprendí a no estar contigo
y…aun sin estarlo…
seguir soñando
un amor prohibido….
LaParka
"Suspiros..."